"Quien no comprenda una mirada tampoco comprenderá una larga explicación" Proverbio Árabe.

Después de la infidelidad, ¿qué? (II)

jueves, 23 de febrero de 2017

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Fuente fotográfica: https://psicia.wordpress.com

¿Eres infiel? ¿Has sufrido una infidelidad? ¿Estás o no en pareja y te ocupa este tema?
En el artículo anterior “Después de la infidelidad ¿qué? (I)” compartí algunas reflexiones que giraron en torno a un taller que facilité, en el Centro de Constelaciones FamiliaresSowelu, acerca de la infidelidad. Estas reflexiones generaron preguntas que facilitaron parar el caudal de emociones, sensaciones, sentimientos y paradigmas; y así, desde ese espacio reflexivo, poder mirar hacia adentro de sí mismos y comprender que lo que sucede en la vida de pareja es responsabilidad de dos. Hablé acerca de la fidelidad para, paradójicamente, poder definir a través de ella la infidelidad; conceptos que invitaron a la premisa “el amor no es suficiente para vivirse en pareja”. Señalé la importancia de hacer conciencia en que la relación de pareja se sucede en lo cotidiano. Y entre otras reflexiones y preguntas, se generó un puente de comunicación entre la experiencia vivida (infidelidad) y el Ser; desde allí, comprender la pregunta “¿Cuál es mi cuota de responsabilidad en ello?” y en consecuencia poder encontrar respuesta.  
Darse el tiempo para procesar lo vivido, sin tomar decisión. Con este tiempo se toma fuerza, lo que en la Gestalt se llama: “quedarse en el impasse”, para superar la experiencia. Después, sí decidir: quedarse en la relación o irse de la relación.
Las relaciones de pareja que se viven y se acompañan desde la plenitud de su Ser (con las dificultades y momentos difíciles que todo ser humano pudiera atravesar)  son consecuencia de dos adultos responsables, primero de sí mismo y después consciente de sí y consciente del otro, que comprendieron que en la vida de pareja hay mucho trabajo personal por hacer.
A continuación encontrarás 5 recursos que te permitirán evaluar alternativas de solución que pueden facilitar el proceso de decisiones y acciones más asertivas, direccionadas hacia el bienestar propio y común cuando se presenta un evento de infidelidad en la pareja.
1 ¿Quedarse? O ¿Irse? Responder a esta pregunta invita a que puedas reflexionar acerca de tu mundo interno y sincerarte contigo mismo(a) en cuanto a cómo te vives junto con tu pareja en la relación, desde la: ¿Dependencia? ¿Co-dependencia? ¿Independencia? ¿Interdependencia? Esto dará lugar a que puedas discernir en qué lugar emocional te encuentras: en el/la niño(a) herido(a), en el querer ser rescatado o en el rescatar a un otro, en la huida del ego autosuficiente o en el adulto fortalecido. Paso seguido, una vez que te has dado cuenta del lugar emocional en el que te encuentras, revisa cómo han sido en la relación los siguientes temas: a) los acuerdos b) los “no”, no negociables c) la cuota de responsabilidad en los eventos desagradables que se han vivido en la relación.
En toda relación de pareja es importante establecer condiciones, la cotidianidad de la convivencia y vida sexual lo ameritan. La importancia de establecer condiciones radica en el hecho de poder reconocer: ¿qué necesito?, ¿cómo lo necesito? Y ¿qué de esto que necesito lo puedo satisfacer yo mismo(a) o lo puede satisfacer mi pareja? Dice Humberto Maturana “Amar es poder ver al otro como un legítimo otro…” Y para poder mirar a un otro en su legitimidad, tengo que empezar a reconocer la mía. Decidiste quedarte, ¿desde qué lugar emocional estás quedando? Decidiste irte, hazte la misma pregunta.        
2 Equilibrio entre dar y tomar ¿Lo que el otro me da lo voy a poder devolver? ¿Lo que yo doy al otro es mejor o peor de lo que me dio? ¿El otro podrá devolverme lo que le estoy dando? En la relación de pareja existe un constante intercambio de aspectos relacionados con temas materiales, afectivos, emocionales, sexuales y de acciones que es importante revisar cuando ha ocurrido una infidelidad. Cuántas veces te has preguntado: ¿cómo pudo irse si le di todo?” y precisamente es ese “todo” lo que hace que el otro se vaya, ¡es mucho! Y más que un regalo, se vive como carga. Y el que “da todo” ¿está dispuesto a recibir? Muchas veces quien da demás le cuesta recibir. Y el que toma sin dar, se carga. Es como una planta: si la riegas mucho, se pudre y si no la riegas, se seca.
Este equilibrio entre dar y tomar está relacionado con el compromiso. Quien recibe de otro establece un compromiso, busca poder devolver lo dado. A quien le cuesta recibir, tiene una dificultad con el compromiso. Son actos inconscientes que tienen un peso relevante en la relación de pareja y de allí la importancia de hacerlo consciente. Revisa los temas relacionados en el proceso de intercambio (materiales, afectivos, emocionales, sexuales y acciones). Si decides irte: ¿qué puedes tomar de tu pareja?, ¿qué no has podido tomar de él(ella)?, ¿qué le puedes devolverle? Decidiste quedarte, hazte las mismas preguntas.
3 Reparación ¿Qué necesitas y cómo quieres que el otro repare el daño causado? Cuando ocurre una infidelidad surge internamente la necesidad de venganza por parte de quien sufrió la infidelidad y, por otro lado, necesidad de reparación por parte de quien cometió el acto. El sentimiento de culpa no ayuda a ninguna de las partes de la relación, hacerse cargo: ¡sí!
Jorge Bucay y Bert Hellinger tienen un punto en común en relación a ello: ¡perdonar no es suficiente y a veces contraproducente para la relación! No se trata de “perdonar” sino de asumir la responsabilidad y hacerse cargo de las consecuencias de esa infidelidad. Si yo le pido perdón a mi pareja, es como si le estuviera dando la responsabilidad al otro de arreglarlo. Pero el otro se va a enojar porque se siente abusado. Y, el que perdona se encuentra en una posición superior, aquí el perdón tiene un efecto fatal. Cuando perdonas estás aceptando el abuso ¿Complejo de entender? Sí, son aspectos más profundos que operan en nuestro inconsciente y esta es una invitación para que amplíes tu mirada y lo hagas consciente.
Hay una frase hermosa que encierra una solución, Elia Narcio nos la regaló y viene del trabajo de Bert Hellinger, plantea una invitación para decirle a la pareja: “He cometido una injusticia contigo, yo llevo las consecuencias, me sabe muy mal el dolor que con ello te causé. Por favor, dime cómo necesitas que repare este daño”.  Así la pareja se siente respetada. Y el otro, tomando también su cuota de responsabilidad, podrá hacer lo propio para tomar su buen lugar en la relación y darle, en consecuencia, un buen lugar a su pareja.
Ahora, si de la infidelidad surgió una nueva vida: es importante que el hijo(a) sea reconocido; si no, los efectos son devastadores para todos los involucrados ¡Silenciar el origen de un hijo envenena el alma! Así decidas irte o quedarte en la relación: repara desde tu ser adulto, asumiendo las consecuencias de tus actos,  y no desde el sentimiento de culpa que solo lleva al sufrir.
4 Vínculo y relación ¿qué une a la pareja? La energía sexual, conocida en el psicoanálisis como libido sexual y como Eros desde la mitología griega para designar la pulsión de vida ¡Sí, es el Eros lo que une a la pareja! Si no hay eros en la relación de pareja, no hay una relación de pareja sino una relación de amistad, de hermandad. Entonces ¿cómo ha sido la calidad del vínculo en la relación de pareja? Y en consecuencia, ¿cuál es el tipo de relación que se ha desarrollado?
La terapia humanista señala la importancia de hacer conciencia en relación a cómo nos estamos vinculando y relacionando con la pareja. El eros debe un ocupar un 50% importancia en la relación, el otro 50% se divide en dos partes: una tiene que ver con los “cuidados” y “protección” (maternaje-paternaje) que le propiciamos al otro cuando lo necesita. Por ejemplo, cuando estamos mal de salud, cuando tomamos o estamos a punto de tomar decisiones que nos exponen a peligros relacionales y financieros, etc. ocupando este aspecto un 25%. El otro 25% es de complicidad; es decir, la pareja más que ser un(a) amigo(a) es un(a) cómplice. La solidaridad en la relación de pareja es imprescindible: en el crecimiento personal, un proyecto que alguno de los dos quiera emprender, con los hijos, acompañarse en los momentos difíciles.
¿A cuál aspecto le has dado mayor porcentaje? Si decides quedarte, tener conciencia de cuál es el área que fortalece el vínculo en la relación de pareja, balanceando con el resto de las áreas, deja una oportunidad para reflexionar y generar alternativas de acción sobre aquella área que necesite ser reforzada. Ciertamente en la medida que avanza la relación y los años biológicos, junto con la experiencia de vida, los porcentajes van variando; sin embargo, son tres áreas focos que hay que prestarles atención en la relación. Si decides irte, podrás tener mayor conciencia de tus actos en relación a estas áreas foco y no repetir el descuido de las mismas.            
5 Miradas después de atravesar el proceso y si todavía tienes dudas acerca de la decisión a tomar, aquí te dejo tres puntos que suman a los recursos antes mencionados. Te ayudarán a mirar más allá del evento de la infidelidad, ampliando tu mirada a la sanación.
1.    ¿Para qué sirvió el evento de la infidelidad? Has conciencia, este evento qué ganancia secundaria trajo a la relación, a tu ser hombre, a tu ser mujer, a tu sistema familiar, a su sistema familiar.
2.    Decir los “no” no dichos. Poder mirar las necesidades propias y las necesidades del otro. Lo que dolió y enriqueció.
3.    Frases y Preguntas que generan nuevas miradas:
·         Ser consciente acaba con el sufrimiento
·         ¿Qué le hice yo a mi pareja de esta misma naturaleza?
·         ¿En dónde no he podido tomarlo a él, a ella?
·         “Sí, me quedo. Yo siendo igual que tú, y este evento ya lo olvidé”
·         ¿Qué gano y qué pierdo si suelto esto que estoy cargando? ¿Con qué me quedo?
·         “Si el sufrir es lo que te mantiene en la vida, pues no puedes dejar el sufrir”
·         ¿Cuál es mi parte? ¿Desde dónde estoy coludida con esta persona?
·         ¿Qué me enseña de mí esta infidelidad?
·         ¿En dónde estoy amando demás, cuál es mi amor ciego?
Si al final decides separarte, tómate un tiempo para el proceso. Atravesar el dolor de la separación,  lo que no pudieron lograr juntos como pareja. Después, la integración de la experiencia, reconocer que la elección de seguir caminos diferentes fue lo mejor para alcanzar el nivel de conciencia que hay hoy; estando en soledad o junto con otra persona. Y si tienes hijos, recuerda que ser pareja de padres será un vínculo que los unirá por el resto sus vidas, e inclusive cuando mueran, ustedes siempre seguirán siendo los padres para sus hijos. Si decides quedarte, recuerda expresar cómo quieres que tu pareja repare el daño; solo se puede comenzar de nuevo cuando el tema no se vuelve a tocar jamás (el evento de la infidelidad) y se vuelve pasado.
Como podrás observar, la infidelidad es un tema complejo que surge por la participación (consciente o inconsciente) de ambos miembros de la pareja, por muy frustrante y doloroso que esto sea. Independientemente de la decisión que tomes, inevitablemente este hecho conducirá a que puedas mirarte a ti mismo(a).
La infidelidad, un encuentro con la fidelidad a mí mismo
Espero te sea útil. Con afecto,
Yraida

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Después de la infidelidad, ¿qué? (I)

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Fuente fotográfica: www.marthadebayle.com



¿Eres infiel? ¿Has sufrido una infidelidad? ¿Estás o no en pareja y te ocupa este tema?
Gracias al acompañamiento que recibí de la mano de Elia Narcio durante mi formación y proceso personal en el diplomado de pareja, y al grupo de personas extraordinarias que me acompañan en el mismo a través de sus propias historias y vivencias, pude diseñar un taller que aborda el tema de la infidelidad. No podía guardarme los tesoros que encontré durante este proceso de re-aprendizajes, que lejos de la nube del “romanticismo”, me permitió aterrizar amorosa y respetuosamente en relación a ello. El Centro de Constelaciones Familiares Sowelu, en su evento semana del amor, me dio la oportunidad y el honor de impartirlo en Ciudad de México.
Hoy comparto contigo las reflexiones que llevaron a los participantes del taller a ampliar su mirada y, en el siguiente artículo "Después de la infidelidad, ¿qué? (II)", compartiré 5 recursos que te permitirán evaluar alternativas de solución para poder decidir y actuar, desde un mejor lugar emocional, cómo quedarte en la relación o separarte después de una infidelidad.
¿Qué es la fidelidad para ti? Con esta pregunta inicié el taller. La infidelidad es un tema sensible para ambos miembros de la pareja: señala, incrimina, culpabiliza, duele, enoja… y poco se contextualiza en la reflexión de lo ocurrido. El caudal de emociones, sensaciones, sentimientos y paradigmas que se nos viene encima, y que opera a través de nuestros actos, ahoga el espacio para reflexionar, olvidando que todo lo que ocurre en la pareja, inevitablemente, es responsabilidad de dos.
La vida en pareja se sucede en lo cotidiano, en lo que haces “junto” a tu pareja independientemente de que los oficios, profesiones y ocupaciones sean diferentes; aun cuando estén separados por tiempos determinados por obligaciones (trabajo) o por libre elección (hobbies); aun cuando tengas hijos o no, la vida en pareja se sucede, se crea, en lo cotidiano y su vínculo se fortalece con la sexualidad. Una sexualidad expresada de múltiples maneras, más allá del coito.  Entonces, si te preguntara: ¿cómo es tu vida cotidiana con tu pareja, qué podrías decirte?, ¿cuáles  son las cosas que puedes hacer junto a tu pareja?, ¿estas cosas que haces limitan o fortalecen tu Ser?, ¿puedes expresar tu sexualidad libremente?, ¿disfrutas tener sexo con tu pareja?, ¿puedes ser una mejor versión de ti mismo(a) estando junto a tu pareja?, ¿permites que tu pareja sea una mejor versión de sí mismo(a)?
La fidelidad tiene que ver con lealtad, confianza, fe y actos puntuales que dan vida y fuerza a estas palabras. Y si miras dentro de ti ahora: ¿eres leal contigo mismo(a)?, ¿confías en ti?, ¿tienes fe en ti mismo(a)?, ¿tus actos te conducen a ser una mejor persona?, ¿tus pensamientos te liberan o te encadenan?... La infidelidad es, esencialmente, ¡falta de fidelidad! Entonces, ¿desde cuándo dejaste de ser fiel a ti mismo(a)?, ¿desde cuándo empezaste a serle infiel a tu pareja?, ¿cuál es tu cuota de responsabilidad en esto? Me gusta lo que dice Jorge Bucay al respecto: “No se trata de aceptar la fidelidad como pauta establecida socialmente, sino de abrir la puerta para que se quede quien se quiera quedar y se salga quien quiera salir”.
Vivirse en pareja, desde la plenitud de dos seres adultos, exige más que la “emoción” de saberse enamorado(a) y nada tiene que ver con la “confianza ciega”, exige amor con ojos abiertos ¿Cómo es este amor con ojos abiertos?, hablé de ello en un post que publiqué en Instagram “Amor, energía expansiva que sana. Para que esto sea posible, es importante empezar por uno mismo. Y en la pareja, este no es suficiente. Juntarse con un otro "desconocido" y compartirse amor desde la intimidad del alma, en conciencia, exige consciencia de mí y exige consciencia del otro" ¿Por qué? Porque todos somos hijos de familia, y en consecuencia, todos tenemos una historia que nos sostiene (conocida o desconocida) que impacta en nuestra psique y, por ende, en nuestras conductas y relaciones. Busco inconscientemente en la relación de pareja lo que necesito sanar en mí, lo que necesito sanar en mi propia historia y en la historia que me sostiene. Para que el otro deje de ser mi espejo y pueda mirarle como un legítimo otro: hay mucho trabajo personal por hacer.
…¡¿Cuánta inconsciencia de los propios actos que hicieron posible la distancia y que crearon el espacio para que otro(a) llegara?! ¡¿Cuántas separaciones aun amándose sinceramente?! ¡¿Cuántos hijos con sus corazones envenenados por los temas de pareja que sus padres no pudieron resolver tomándolos como rehenes sin tener conciencia de que siempre serán pareja de padres para esos hijos aun cuando ya no sean pareja conyugal?! ¡¿Cuántas noches y días de infidelidad que trajeron vida al mundo y que ahora forman parte del sistema familiar?!...
Sí, la infidelidad en la vida de pareja es un tema complejo. Invita a profundizar en nuestro Ser para poder encontrar respuestas que promuevan un proceso de decisiones y acciones más asertivas, direccionadas hacia el bienestar propio y común. En el siguiente artículo encontrarás 5 recursos que pueden facilitar ese proceso "Después de la infidelidad, ¿qué? (II).

“La infidelidad, un encuentro con la fidelidad a mí mismo”

Espero te sea útil. Con afecto,
Yraida



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Mujer Catedral

lunes, 6 de febrero de 2017

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Foto: @psiquexpresion "Mujer Catedral" Brinella Fernández

Aproximadamente en 1992, un querido amigo me hizo una pregunta: “¿por qué la gente entra a las iglesias?” Sabía que la respuesta no tenía que ver con creencias ni con curas ni con misas, tenía que ver con un sentido más profundo y no supe responder en aquel entonces. Me dijo: “porque cuando entras puedes escuchar el silencio, la gente se siente segura, buscan protección, calma…”. Diez años después, gracias a un evento que “quebró” mi corazón y que me conectó con otros eventos difíciles de mi historia personal, recordé esa pregunta y fui en búsqueda de la respuesta. Sentía, en lo más profundo de mí Ser, que vivir la respuesta sería un buen recurso para aliviar el dolor por el que estaba atravesando.
La iglesia que escogí visitar está en la ciudad que me vio crecer, tuve que viajar dos horas para poder llegar. Estaba cerrada.
Ante tales circunstancias, me quedé en la plaza y me senté en un banco bajo la sombra de un árbol. Allí contemplé mi situación y evoqué las palabras de mi amigo, buscaba sentir la respuesta adentro de mí, regalársela a mi corazón: silencio, seguridad, protección, calma…
…Pasaron los años y una tarde de 2014 escuché por primera vez la expresión “mujer catedral”. Caminaba por uno de mis parques favoritos en CdMx y un hombre, de aproximadamente unos 70 años de edad, le dijo a su mujer: “tú eres mi mujer catedral, puedo venir a ti cuando mis demonios asechan mi corazón”. Ella, con una sonrisa espléndida le respondió: “esto es porque puedo ir con las mías, mujeres de mi clan y hermanas del alma, voy con ellas para sanar mis heridas y tú respetas mi templo”.
Escuchar estas palabras me conectó con la pregunta, con la respuesta y con las palabras de Annwyn St. Just cuando la conocí en 2013 en su seminario violencia, violencia sexual y trauma social: “el hombre nuevo comienza en el corazón de cada mujer”.
¡Cuántas mujeres heridas! ¡Cuántos hombres nuevos queriendo existir en nuestros corazones sanados! ¡Cuánto ruido en la mente que no puede escuchar al corazón! ¡Cuántas hermanas del alma, mujeres del clan, que esperan que les llamemos para que puedan venir a nuestro encuentro! Gracias hermosa Brinella. Tu historia, tu vida, tu obra, tu existencia en mi vida hacen posible que recuerde a las mías; a las que me une la sangre, a las que me une la vida: mujeres sabias que sanan, mujer catedral.
Saludos afectuosos,
Yraida



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¿Cómo acompañar a un adolescente en situación de riesgo?

miércoles, 1 de febrero de 2017

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Fuente fotográfica: 1) www.proyectopv.org 2) http://adiccionesylaadolescencia.blogspot.mx

El pasado 20 de enero realizamos un taller con educadores, terapeutas, psicólogos, trabajadores sociales y otros profesionales que cumplen su labor dentro de instituciones que asisten y apoyan a adolescentes en situación de riesgo (adicciones, abuso sexual, estrés post-traumático, indigencia, etc), buscando dar respuesta a la pregunta “¿cómo acompañar a un adolescente en situación de riesgo?”.
¡La experiencia fue enriquecedora! Después de revisar varias líneas teóricas en relación a la adolescencia y dinámicas familiares que surgen generalmente en contextos de riesgo, realizamos ejercicios vivenciales que permitieron a los participantes generar reflexiones profundas en relación a su desempeño ante los adolescentes.
Los asistentes pudieron hacer conciencia de que esencialmente la mejor forma de relacionarse con un adolescente es reconciliándose y despidiéndose, integrando, al adolescente que alguna vez fueron. Se dieron cuenta de que todo aquello que no pudieron resolver en su propia historia, en esta etapa de su vida, inevitablemente lo proyectaban en los adolescentes que atienden hoy. En consecuencia, descubrieron que se estaban relacionando desde las heridas de su propio adolescente y no desde el adulto que puede ofrecerles otras miradas y recursos para afrontar los retos que conllevan vivirse en esta etapa de vida, dentro de contextos de riesgo. Se dieron cuenta que esta situación generaba en el adolescente una reacción poco favorable para lograr: la comunicación efectiva, respeto y confianza principalmente.
Puede que seas un profesional que se desempeña en este target de edad o bien un padre o una madre cuyos hijos están atravesando por esta etapa y contexto de vida, o quizás eres un ser humano que necesita reconciliarse así mismo con esta etapa de su vida. Te comparto los puntos clave que dieron luz a las reflexiones que surgieron para lograr una comunicación efectiva, respeto y confianza con los adolescentes.
v  Realiza una línea de tiempo en donde puedas ubicarte en tu época de adolescente ¿Qué puedes recordar de esta época? ¿Cómo te comportabas? ¿Qué eventos significativos surgieron durante esta etapa de tu vida?
v  En este contexto: ¿Desafiaste a la autoridad (padres, maestros, profesores y otras figuras de autoridad) para efectuar algún cambio a nivel social? ¿Rechazaste los sistemas espirituales que no sirvieron a tus necesidades internas? ¿Sentimientos de ira, enojo, frustración ante la autoridad? ¿Fuiste un rebelde sin causa donde simplemente ibas en contra de la postura del otro?
v  En relación a tu comportamiento dentro del núcleo familiar, escolar y social: ¿Pudiste respetar todas las normas? ¿Cumpliste con las sanciones establecidas al irrespetar esas normas? ¿Te hiciste responsable de las consecuencias de tus actos?
v  De las personas y cosas que perdiste y de las actitudes que tuviste durante esa etapa: ¿Pudiste cerrar ciclos? ¿Pudiste despediste? ¿Pudiste pedir disculpas? ¿Pudiste expresar lo que sentías? ¿Quedaron temas no resueltos?
v  Vuelve a la línea de tiempo, ubícate en tu momento actual. En tu relación con los adolescentes ¿Qué te reflejan ellos de ti mismo(a)?
Un adolescente  en situación de riesgo, sobre todo, busca un adulto que muestre coherencia entre su discurso y sus acciones, que no le tenga miedo sino respeto. Que le pueda acompañar a mirar sus propios demonios y sus propios recursos para poder tomar mejores decisiones, para poder ir con mayor seguridad a la vida adulta. Si tú logras integrar, sanar, esa etapa de tu vida, podrás ser un adulto confiable para un adolescente.
¡Espero te sea útil!
Saludos, Yraida



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