Un recurso propio: La Resiliencia

El sufrimiento acumulado dificulta la renovación que permite cumplir nuestros sueños, por lo que es ineludible la cita con aquello que nos hace daño.

Friedrich Nietzsche, filósofo alemán, dijo que: “Quién tiene un porque para vivir, puede soportar casi cualquier cómo”. Aunque parezca difícil, es posible hacerlo.

La capacidad de transformar la tribulación es un don poco común, aunque en el fondo de casa uno de nosotros se esconde un águila, capacitada para cambiar su plumaje y dejar atrás la crisis; que renace y se reinventa cada vez que hace el vuelo de renovación.

Robert Brooks y Sam Goldstein, autores del libro “El poder de la resiliencia”, explican que es útil ser consciente de los rasgos que cultivan una actitud positiva, así como de los obstáculos que impiden conseguir una vida plena y satisfactoria.

En el ámbito de la psicología la resiliencia se explica como la capacidad de reponerse a momentos de sufrimiento y a pesar de las condiciones, lograr un comportamiento que permita sobrevivir.

Para deshacerse de aquello que lastima, primero hay que hacer una revisión de la propia historia personal para identificar uno a uno los dolores que debemos dejar ir. Una vez mirados, inicia un proceso mucho más profundo: el reconocimiento de aquello que te dejó esa experiencia, agradeciendo a “aquello” por el aprendizaje que te permitió vivir. Después del agradecimiento, quédate con aquello que es tuyo y pertenece a la responsabilidad de tus actos y devuelve la carga que no te corresponde. Inclínate en señal de honra, porque cada experiencia es una oportunidad de subir un escalón más hacia nuestra autorrealización, y toma impulso para continuar tu camino. Así dejas ir el dolor.

Son muchos los elementos que le permiten a una persona enfrentar con éxito y superar las experiencias difíciles que se le presentan. Hay gente que como auténticos Alquimistas transforman los obstáculos en una victoria personal y lejos de vencerse por el sufrimiento, hacen de esta experiencia una gran enseñanza.

Sentir que eres el jinete de tu vida, si eres empático con los demás, si desarrollas y practicas una comunicación efectiva, si tomas el fracaso como un maestro, si eres compasivo contigo mismo(a) y con los demás, si tienes claros cuáles son tus valores y los practicas; entonces, eres un Alquimista!

Espero te sea útil estas 
Notas de Natalia Bojorge en la Revista Kena
Saludos, Yraida Moreno

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