El abrazo, al igual que la risa y la música es una más de las muchas herramientas que la sabiduría de la Naturaleza nos ha regalado.
El fundamento científico del alto poder terapéutico del abrazo queda de manifiesto en el gesto de la madre cuando toma a su hijo y, al igual que en el alumbramiento o cuando le amamanta, su cerebro se encuentra segregando la maravillosa hormona de la oxitocina. Gracias a ella, el bebe se siente unido a su madre, y en el abrazo con el padre, protegido.
En el acto del abrazo no solamente actúa la oxitocina, sino que también, el abrazo activa en el cerebro la liberación de serotonina y dopamina, por esta razón experimentamos una sensación de bienestar, armonía y plenitud en el momento del abrazo. Entonces, los abrazos terminan convirtiéndose en herramientas fundamentales del lenguaje no verbal.
Este lenguaje, que no conoce de idiomas, comunica desde la diversidad y sin distinciones con una alta eficacia las emociones que experimenta nuestro cuerpo y que nuestros sentimientos quieren transmitir. Desconocen los límites del tiempo y el espacio, no tienen plazo de caducidad, pues basta con cerrar los ojos y mirar en el cajón de los recuerdos para evocar aquel maravilloso momento y así poder revivir plenamente la sensación del abrazo.
Literal o metafórico, para abrazar, no hacen falta brazos; es posible abrazar con la palabra, con la mirada, con un perfume, una melodía y es posible también abrazar/se a las esquivas olas del mar, a la caricia del viento, la tibieza del sol, la dureza de la piedra o a la sabia del árbol... Toda la naturaleza, especialmente el ser humano, se encuentra ávida de ser abrazada y dispuesta permanentemente a prodigarse a nosotros en un abrazo integrador en sintonía con el Universo.
En este sentido, podríamos decir que el abrazo es una actitud, una posición frente a la vida. Es el preguntarnos: de qué forma me estoy relacionando conmigo mism@ y por lo tanto, de qué forma estoy relacionándome con el mundo. Cuál es mi percepción de la vida... Porque implica también la responsabilidad de asumirnos como co-creadores de nuestra realidad, en todo momento.
Un ejemplo de ello es la experiencia que nos deja la campaña “abrazos gratis”. Gracias al espacio http://www.amarseaunomismo.com/ conseguí la historia de esta campaña. Axel, autor de esta web, nos cuenta sobre ella.
La campaña fue iniciada en Sydney, Australia, por Juan Mann, nombre ficticio del protagonista de este video que, pronunciado por las personas de habla inglesa, se parece a “One Man”, es decir “Un Hombre”.
En un oscuro período de soledad y tristeza, “Juan” recibió el abrazo espontáneo de una persona desconocida, que le devolvió la alegría. Esta simple experiencia lo motivó a recorrer todos los jueves una calle comercial de su ciudad ofreciendo abrazos.
Inspiradas por esta iniciativa, actualmente se desarrollan campañas similares en diferentes ciudades de todo el mundo: España, Perú, Italia, Colombia, México, entre otros. Es un acto hermoso que permite expresar amor, acto que a veces asusta!
En el video también quedó registrada la acción de la policía, prohibiendo el desarrollo de la campaña en cumplimiento de una insólita disposición del gobierno de la ciudad. Fue necesario presentar formalmente un petitorio con 10.000 firmas para que la gente pudiera abrazarse libremente.
Este es el enlace oficial de “abrazos gratis” si quieres profundizar en el tema http://www.freehugscampaign.org/
Con abrazos se tejen abrigos para el alma
Saludos, Yraida
Saludos, Yraida
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