Titular de la entrevista realizada por el Diario La Vanguardia a Evânia Reichert, terapeuta familiar, y que nos deja una visión diferente sobre la crianza de los hijos.
¿Qué es un niño?
Una persona con todas las posibilidades por desplegar, que podrá ser todo lo que quiera.
Fabuloso.
Si los adultos no lo impiden.
¿Boicoteamos a los hijos?
Los machacamos, les inyectamos complejos de inferioridad, les traspasamos neurosis, les cortamos alas, segamos sus talentos, les impedimos desplegar todas sus posibilidades.
Quizá educar sea eso…
¡Discrepo! Educar es guiar, es formar sin castrar las potencias del niño.
¿Dejándole a su aire?
No. Contención, que no es represión. Hay que fomentar en el niño su autorregulación: que aprenda a regular sus acciones en cada fase.
Poniendo límites ¿no?
Las paredes del vientre materno son un cálido límite para el embrión. Los brazos paternos que le mecen son para el bebé un amoroso límite… Por tanto, hay contenciones, ¡pero con afecto, calidez y ánimo formativo!
¿Maltratamos a nuestros hijos?
¿Quién no ha abroncado a su hijo porque se sentía irritado, malhumorado? Nos vengamos en ellos de nuestros malos rollos, los humillamos, ¡y hasta llegamos a insultarlos!
Mujer…
Sí, sí: ¡los adultos somos muy cobardes! Lo que no osaríamos decirle o hacerle a un adulto en la calle o en el trabajo, ¡se lo decimos o hacemos a nuestros niños!
¿Tanto?
Los hogares albergan las mayores violencias consentidas.
¿Con qué consecuencias?
Fraguamos niños más inseguros, que no se valoran, que tenderán a maltratarse o a maltratar, a ser agresivos…
¿Cómo evitar eso?
Con conciencia: ayudarlos a autorregularse, evitando fustigarlos con nuestros brotes de rabia y fragilidades. Todo lo que digamos o hagamos debe tener un propósito educativo. Pero claro, como es más fácil conducir a un niño reprimido que a un niño sano y libre… ¡tendemos a modelar niños reprimidos!
¿Y cómo modelar a un niño sano?
Con la vacuna que la neurociencia nos confirma: cariño, afecto, amor.
¿Qué dice la neurociencia al respecto?
Que el afecto estimula la sinapsis, las interconexiones entre neuronas.
¿Sí?
¡Sí! De 0 a 1 año se establece en el cerebro humano el mayor número de interconexiones neuronales de toda su vida. Y se ha constatado que el amor de los padres y cuidadores, el cariño, el afecto expresado en caricias, besos, cosquillas, abrazos, pedorretas, achuchones… ¡fomenta la sinapsis, multiplica las redes neuronales!
O sea, que ese celebro será más rico.
Tendrá mejores cimientos sobre los que levantar ulteriores capacidades. Haber sido mecido, acunado, besado, acariciado, amado, respetado… ¡te hará más inteligente! A más amor recibido, mayor inteligencia futura.
¿Qué se entiende por respeto al niño?
Tratarlo según lo que pueda esperarse de él en cada franja de edad.
Ponga un ejemplo.
De los 1,5 a los 3 años el neocortex infantil es incapaz de procesar más de dos o tres prohibiciones. Si dirigimos 30 “noes” al niño… nos parecerá que nos desobedece 27 veces. ¡Y no es eso!
¿Y qué es?
Que no es capaz de grabar las órdenes.
¿Y cuándo estará el niño en condiciones de entender los “noes”?
A partir de los 3,5 a 4 años graban bien cualquier orden. Entonces si es importante estar vigilantes para evitar “filiarcados”.
¿Qué es eso?
Hay patriarcado (hegemonía del padre), matriarcado (hegemonía de la madre) y filiarcado (hegemonía del hijo): ¡busquemos mejor la “heterarquía”, es decir, que cada cual tenga un lugar!
¿A qué edad aparece en el niño la conciencia de género?
De los 3 a los 6 años se desarrolla la pulsión sexual al igual que la epistemofílica.
¿Qué pulsión es esa?
Curiosidad de saber, de conocer, de explorar: si reprimes la pulsión sexual de un niño, ¡reprimes su impulso de saber!
¿Qué hicieron mal sus papás?
Vivíamos en el campo y, por ignorancia, me pusieron a trabajar de muy niña, cargaron sobre mí altas responsabilidades familiares… Eso me ha hecho emprendedora, pero también sentirme imprescindible para el bienestar de los demás, cosa muy dañina…
El Gobierno español propone escolarizar a los niños desde su nacimiento…
Eso puede comprometer esa primera fase de formación de la persona, en la que el principal alimento es el afecto. ¡Alerta: la OMS anticipa que en 20 años la primera dolencia de la humanidad será la depresión!
Dígame que es optimista y que pronto mejorará la educación de los niños.
Seremos cada día más conscientes de la importancia de las primeras edades de la vida… o estaremos jugándonos el futuro de la humanidad. Nunca antes supimos tanto sobre la infancia: ¡si lo aplicamos, daremos lugar a la única revolución de verdad!
¿Sí?
Sí, la paz sobre la tierra empieza en el vientre de la madre.
Espero te sea útil
Saludos,
Yraida
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