El tesoro de la sombra

Foto: @psiquexpresion "Los Tres Ojos" República Dominicana

Carl Jung me enseñó que "No es posible despertar a la conciencia sin dolor. La gente es capaz de hacer cualquier cosa, por absurda que parezca, para evitar enfrentarse con su propia alma. Nadie se ilumina fantaseando figuras de luz, si no haciendo consciente su oscuridad".

Para la Psicología Analítica, la sombra es un arquetipo que forma parte del inconsciente del individuo y que contiene tanto una dimensión personal como una colectiva. Además, la sombra designa al aspecto inconsciente de la personalidad caracterizado por rasgos y actitudes que el Yo consciente no reconoce como propios.

¿Cuáles son los aspecto del "Yo" que me mantienen en la sombra, como víctima o como victimario?

¿Cuál es mi cuota de responsabilidad en esto que hoy me sucede?

¿Qué estoy dispuesto hacer, sentir y pensar para propiciar un cambio?

¿Qué sería diferente cuando llegue ese cambio?

¿Estoy dispuesto(a) asumir las consecuencias y aportar para que esos cambios sean en beneficio propio y del colectivo?...

...La oscuridad señala la salida hacia la luz.

  

Hay una historia hermosa que condensa la esencia de estas líneas. La leí en el año 2009 y todavía resuena en mí, es el prólogo del libro titulado "El tesoro de la Sombra" escrito por Alejandro Jodorowsky e ilustrado con belleza por Francois Boucq:

Antes de morir, un mercader hizo vaciar su cuerpo en bronce e incluyó en su testamento el siguiente enigma: "Ahí donde caiga la sombra de mi estatua, encontraréis un tesoro enterrado". Hora tras hora, durante un año, sus hijos cavan la tierra. Pero según el grado del curso del sol en el cielo, la sombra indica puntos siempre distintos. Su búsqueda es en vano hasta el día que, a medio día exactamente, un servidor astuto rompe el pedestal a martillazos y exhuma el tesoro... 

Que podamos mirar-nos y reconocer-nos en aquellos aspectos, de nuestra propia personalidad,  que nos mantienen en el sufrir y obstaculizan nuestra evolución.

No importa el país de origen, no importa el país en el que vivimos, en la humanidad, nos duelen las mismas cosas. Todos somos Uno.

Saludos Afectuosos,

Yraida

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