Mujer, así somos, tierra fértil.
De nuestros campos damos al mundo, y con diferente forma, hermosos frutos: son hijos, son proyectos y empresas, son atención y servicio. Otros frutos se transforman en una ventana hacia el arte: música, canto, baile, pintura, escritura… y otros tantos en mimos e historias fantásticas. También frutos difíciles de digerir y aun así indispensables para el crecimiento de la humanidad.
Deseo en este día, en el que miles se unen para homenajear nuestra existencia, que la lluvia riegue nuestros campos con: salud, hombres confiables y amorosos, paz, equilibrio, guía, canto, abundancia, éxito, prosperidad. Que el sol acaricie nuestros frutos con bondad para que crezcan y sean útiles para los nuestros y el mundo, en sintonía con la vida. Que el viento acaricie nuestra existencia y la miel endulce nuestros días.
Acompañada de una hermosa luna les deseo, desde mi Ser, un feliz día de la mujer!
Yraida Moreno
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