Fuente fotográfica: 1) www.proyectopv.org 2) http://adiccionesylaadolescencia.blogspot.mx
El pasado 20 de enero realizamos un taller con educadores, terapeutas, psicólogos,
trabajadores sociales y otros profesionales que cumplen su labor dentro de
instituciones que asisten y apoyan a adolescentes en situación de riesgo
(adicciones, abuso sexual, estrés post-traumático, indigencia, etc), buscando dar respuesta a la pregunta “¿cómo
acompañar a un adolescente en situación de riesgo?”.
¡La experiencia fue enriquecedora! Después de revisar varias
líneas teóricas en relación a la adolescencia y dinámicas familiares que surgen
generalmente en contextos de riesgo, realizamos ejercicios vivenciales que
permitieron a los participantes generar reflexiones profundas en relación a su
desempeño ante los adolescentes.
Los asistentes pudieron hacer conciencia de que
esencialmente la mejor
forma de relacionarse con un adolescente es reconciliándose y despidiéndose,
integrando, al adolescente que alguna vez fueron. Se dieron cuenta de que todo aquello que no
pudieron resolver en su propia historia, en esta etapa de su vida,
inevitablemente lo proyectaban en los adolescentes que atienden hoy. En
consecuencia, descubrieron
que se estaban relacionando desde las heridas de su propio adolescente y no
desde el adulto que puede ofrecerles otras miradas y recursos para afrontar los
retos que conllevan vivirse en esta etapa de vida, dentro de contextos de riesgo. Se dieron cuenta que esta situación
generaba en el adolescente una reacción poco favorable para lograr: la
comunicación efectiva, respeto y confianza principalmente.
Puede que seas un profesional que se desempeña en este
target de edad o bien un padre o una madre cuyos hijos están atravesando por
esta etapa y contexto de vida, o quizás eres un ser humano que necesita
reconciliarse así mismo con esta etapa de su vida. Te comparto los puntos clave
que dieron luz a las reflexiones que surgieron para lograr una comunicación
efectiva, respeto y confianza con los adolescentes.
v Realiza una línea de tiempo en donde puedas
ubicarte en tu época de adolescente ¿Qué puedes recordar de esta época? ¿Cómo
te comportabas? ¿Qué eventos significativos surgieron durante esta etapa de tu
vida?
v En este contexto: ¿Desafiaste
a la autoridad (padres, maestros, profesores y otras figuras de autoridad) para
efectuar algún cambio a nivel social? ¿Rechazaste los sistemas espirituales que
no sirvieron a tus necesidades internas? ¿Sentimientos
de ira, enojo, frustración ante la autoridad? ¿Fuiste un rebelde sin causa
donde simplemente ibas en contra de la postura del otro?
v En relación a tu comportamiento dentro del núcleo familiar,
escolar y social: ¿Pudiste respetar todas las normas? ¿Cumpliste con las
sanciones establecidas al irrespetar esas normas? ¿Te hiciste responsable de
las consecuencias de tus actos?
v De las personas y cosas que perdiste y de las actitudes que
tuviste durante esa etapa: ¿Pudiste cerrar ciclos? ¿Pudiste despediste?
¿Pudiste pedir disculpas? ¿Pudiste expresar lo que sentías? ¿Quedaron temas no
resueltos?
v Vuelve a la línea de tiempo, ubícate en tu momento actual. En tu
relación con los adolescentes ¿Qué te reflejan ellos de ti mismo(a)?
Un
adolescente en situación de riesgo, sobre
todo, busca un adulto que muestre coherencia entre su discurso y sus acciones,
que no le tenga miedo sino respeto. Que le pueda acompañar a mirar sus propios
demonios y sus propios recursos para poder tomar mejores decisiones, para poder
ir con mayor seguridad a la vida adulta. Si tú logras integrar, sanar, esa
etapa de tu vida, podrás ser un adulto confiable para un adolescente.
¡Espero te sea útil!
Saludos, Yraida
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