El cuerpo es el vehículo con el cual nos presentamos al mundo y también el recipiente de nuestras emociones, aquellas que dejamos de expresar.
Hoy son más los médicos especialistas y centros de salud que integran a sus especialidades la atención psicológica. Ya dejó de ser un misterio la influencia que tiene nuestra consciencia emocional sobre nuestras células, bien sea para sanar o bien para enfermar. Hoy comparto contigo una información terapéutica que está ayudando a muchos a mirar, de una manera más amplia, su cuerpo.
Se trata del psicoterapeuta estadounidense Ron Kurtz quién desarrolló una línea de investigación en este campo, evidenciando importantes hallazgos que hoy son inspiración para muchos quienes nos desarrollamos en el área del desarrollo humano.
Para abordar el cuerpo, desde una visión terapéutica-emocional, Kurtz creó un método de autoestudio dirigido llamado Hakomi, que en lengua Hopi significa “quien eres”. Este método reúne los vastos mundos de la psicoterapia humanista, la corporal, el Budismo, el Taoísmo y la ciencia y se centra en la experiencia presente.
Las aportaciones más recientes de la neurociencia están confirmando las bases en las que se funda el método, que sostienen que el funcionamiento cerebral se inicia, regula y cambia mediante la experiencia.
El método Hakomi ofrece el espacio para que, mediante el autoestudio en atención plena y con una actitud experimental, el participante logre descubrir cómo organiza su experiencia alrededor de creencias y hábitos inconscientes que nos llevan a vivir una y otra vez situaciones dolorosas o insatisfactorias, sin que sepamos cómo llegamos a ellas o cómo poderlas cambiar.
Este autoestudio tan profundo e íntimo sólo puede desplegarse en un ambiente en el que la persona se siente respetada y segura, en el que descubre sus propios recursos y en el que obtiene y aprende a obtener el apoyo físico, mental, emocional y espiritual que necesita.
Anímate! Busca a un terapeuta entrenado en este método para que te ayude a escuchar la voz de las emociones escondidas en tu cuerpo. Anímate a fluir con el río de la Vida!
Espero te sea útil
Yraida
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