Querid@s lectores, en esta ocasión quiero compartir
algunas ideas de Bert Hellinger sobre el “Actuar” y que a través de mi propia
experiencia he podido certificar.
Actuar se logra de dos formas. Una cuando sabemos lo
que hay, y por lo tanto, prudentemente, nos preparamos para llevarlo a cabo y
lo realizamos. Esto es una acción individual.
También es actuar cuando nos hemos ganado
a otros para proceder y llevar a cabo lo que hay que hacer, con nosotros en
presentación nuestra. Esto es actuar dirigiendo, conduciendo.
Sin embrago, hay una tercera forma de actuar: esperar
simplemente que suceda.
Pero, ¿somos inactivos cuando esperamos? No, muy por
el contrario: actuamos en sintonía con
un movimiento que, aunque no lo veamos ni comprendamos, ya está obrando y
confiamos plenamente en la fuerza de ese movimiento. Ella puede alcanzar su
meta, justamente porque delegamos en ella el campo y la conducción.
Este tipo de conducción es diferente a la que hacemos
nosotros cuando actuamos conduciendo, ya que dejamos la dirección en manos del
movimiento y somos así parte de éste porque “soltamos” el control. Es decir, no
actuamos activamente! Esto es el actuar en el soltar.
Este soltar es la actitud interior cuando intervenimos
con el “no actuar” y a menudo esta forma de intervención es la que mayor efecto
tiene. Exige la máxima atención y disposición, lo que consume la verdadera
fuerza.
¿Dónde hallamos esa fuerza? En nuestros viajes
interiores, en el camino para sintonizar con ese movimiento mayor.
Aparentemente sin hacer nada, estamos trabajando. Imperceptiblemente. Sólo el
resultado revela la diferencia.
¿Sacrificamos con ello la actuación individual y la
conducción? Nuestra actuación individual puede unirse con el actuar en
sintonía. Para ello, esperamos hasta hallarnos en sintonía con el movimiento
que le antecede.
Esto también vale para la conducción. Sólo el que
sintoniza con un movimiento ya iniciado y sintoniza con su dirección, conduce,
y encontrará el acompañamiento que necesita para el actuar.
Fuente: Viajes Interiores de Bert Hellinger
Espero te sea útil
Saludos, Yraida
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