"Quien no comprenda una mirada tampoco comprenderá una larga explicación" Proverbio Árabe.

¿Lo comprendo, lo excluyo o le huyo?

sábado, 4 de septiembre de 2010

| | |

“¿Qué podemos hacer los padres ante la homosexualidad de un hijo?” Esta fue la pregunta que hiciera un participante al ponente de la videoconferencia titulada: “Bienestar en Familia”. Un silencio invadió la sala y las respuestas dejaron terreno fértil para la reflexión.

En ese silencio, me pasee por antiguos pacientes, amigos y familia. La imagen que vino a mi mente para tratar el tema de la homosexualidad fue la de “una brecha”! y de esto les quiero hablar.

Más que respuestas, la invitación es a una mirada reflexiva. El “cambio de perspectiva” se hace inevitable cuando hacemos conciencia de que un(a) hij@, pareja, cualquier familiar o ser querido, un día puede tocar nuestra puerta y decirnos: “Soy homosexual”.

¿Y qué pasa cuando no tocan a la puerta sino que hay una cadena de eventos que llevan a pensarlo y nos hacemos los locos?, me preguntaba una querida amiga y extraordinaria sociólogo venezolana, Marly Briceño, cuando discutimos sobre el tema.

¡El tema nos incomoda! ¿Tal vez porque nos cuesta mirar otras realidades, distintas a las que una vive y por eso no nos involucramos? ¿Qué es lo que estamos definiendo como bueno o malo en el ámbito de la homosexualidad? Escucho a muchos padres pre-ocupados en temas como: drogas, SIDA, VIH, cáncer, ecología, muerte, vida, amor, etc; padres “haciéndose amigos de sus hijos” y aún así, el tema de la homosexualidad queda en puntos suspensivos.

Mi hij@ es homosexual. ¿Qué hacer? Nada que hacer, tu hij@ tomó su decisión, la homosexualidad no es una enfermedad ni amerita tratamiento. Ahora, ¿cómo podemos abordarlo? Es esencial comenzar a tratar este tema iniciando por un@ mism@, como pareja, como padres y madres, y en los diferentes roles en los que nos desenvolvemos. No es lo mismo mirar la homosexualidad desde afuera que desde dentro.

Es importante considerar que:

  • El convertir la orientación sexual de tu hij@ en un secreto, es “bloquear” su desarrollo en todos sus ámbitos, es anularlo, anclarlo a la frustración y empujarlo a vivir “una doble vida”.
  • El que un(a) hij@ decida ser honesto al compartir su orientación sexual con sus padres es una señal de su madurez. Significa que él o ella se ha asumido como homosexual y no quiere que eso sea o se convierta en un problema para la familia. En el caso de los adolescentes, recordemos que es una edad de definiciones; por tanto, se “adolece, carece de”, es vital nuestra comprensión sobre el tema para poderles ayudarles a “sentar posición”.
  • Manejar nuestros propios miedos y tabúes respecto al tema, es el primer paso. Investiga, lee, pregunta… tendrás mejor comprensión sobre tus propias dudas y con ello, mejor respuesta y acción ante la situación de tu hij@.
  • Habla con tu pareja sobre el tema. Ayudará más a tu hij@ que ambos estén en un nivel de conversación y comprensión “equitativo” que “equidistante”.
  • No hay culpables. Se tiende a culpabilizarse o buscar el “culpable” afuera cuando algún(a) hij@ llega con la inquietud o confesión: “Soy gay”. Recuerda que la homosexualidad no es una enfermedad, es una orientación sexual y, por ende, compete única y exclusivamente a quien vive el proceso. No es por ti o por tu pareja o por algún otro que tu hij@ haya decidido “vivir” la orientación sexual de su elección.
  • El apoyo familiar es fundamental, no basta con discutirlo y darle espacio solo en el seno del hogar; es decir: padre-madre-hij@-herman@s. Es importante manifestarlo y compartirlo con el resto de la familia.
  • El impacto que tienen las re-acciones de las personas sobre el/la joven homosexual y sus padres es lo que los lleva a terapia.

Aprendí que la apertura hacia el tema, sin pre-juicios, sin críticas destructivas y con la disposición para aprender, es la mejor aliada para recibir con responsabilidad, respeto y madurez a nuestros hijos cuando el tema de la homosexualidad se expone sobre la mesa.

¿Qué es lo que realmente tememos de la homosexualidad? ¿Estamos conscientes hacia dónde estamos dirigiendo nuestra mirada? ¿Estamos emocionalmente preparados para conversar sobre la homosexualidad con nuestros hijos, con nuestra pareja, nuestro familiar, amigo? Mejor aún, ¿Nos hemos preguntado acerca de esto alguna vez? ¿Estamos dispuestos a ir en busca de las respuestas?

Saludos,
Yraida Moreno
Imagen: Francoise Nielly

Visítenos en 
Sigamos juntos ampliando la mirada ¡Bienvenidos!




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lo más leído