Desde la mirada psicoanalítica- pasando por la neurociencias- hasta la sociocultural, el miedo ha representado un papel fundamental en nuestras vidas: nos habla de cómo manejamos nuestras emociones ante las circunstancias que la vida nos presenta, nos muestra nuestras debilidades y fortalezas, acciona o paraliza nuestra conducta, nos sumerge en angustias y pánico, hasta terminar en una larga lista de trastornos clasificados en los manuales diagnósticos.
Para explicarlo, C. Jung lo puso de manifiesto en "la teoría de los complejos" y S. Freud en "la teoría de la represión"; ambos en su búsqueda por la comprensión del inconsciente. Inquietud que experimentaron al ver que los "pacientes" padecían de algo más profundo que su enfermedad física-orgánica.
Las neurociencias también se han interesado por este tema, investigando sobre "el papel de la corteza prefrontal en la regulación del miedo". Corrientes filosóficas, espirituales y de desarrollo humano nos los han explicado también. Solo por mencionar algunos enfoques.
Como verás, según el lente que uses, podrás mirar tus miedos. Te ofrezco unos lentes con cristales holísticos, sencillos y amenos para mirarlos.
Tubi Tubau y Daniel Zampa nos hablan sobre este tema en una entrevista que Plano Creativo les realizó. Comparto con ustedes un resumen de la misma:
Yraida Moreno
Imagen y Cita: Película Batman Begins
¿Se puede vivir sin miedos?
Se trata, ante todo, de confiar en nosotros mismos. Cuando nos permitimos ser lo que somos sin temor a ser rechazados, la confianza es total. Lo que pasa es que en muchas ocasiones, ya desde el comienzo de nuestra vida, se nos ha impedido buscar y experimentar sin condicionamientos; y así, nos perdemos. Es entonces cuando pedimos que el mundo exterior (los padres, los maestros, las figuras de autoridad…) nos guíe, que nos indique qué es lo que debemos pensar, sentir, desear o vivir.
Así se desarrollan los miedos más diversos: a no ser querido, a envejecer, al sexo, a volverse loco, a quedarse sin dinero o sin herencia, a los espacios abiertos, etc. Importa encontrar el origen de nuestro miedo, comprenderlo y transformarlo. Podemos dejar de buscar la aprobación, superar nuestros miedos y retomar el camino de la confianza.
¿Y las vergüenzas?
Las vergüenzas también limitan la confianza. Te hacen dudar de ti mismo y temer a que te descubran; te empujan a ocultarte. En el fondo, te debilitan en algún área de tu vida. La familia, la sociedad y la cultura, a pesar de los grandes avances de las últimas décadas, continúan utilizando la vergüenza como herramienta de control de las personas. Podemos avergonzarnos de lo que pensamos, de lo que sentimos, deseamos o hacemos. En definitiva: de ser lo que somos.
¿Cómo nos afectan estos condicionantes?
De muchas maneras, pero lo principal es que hacen que te construyas una máscara, una personalidad ficticia, basada en temores e inseguridades. Los miedos y las vergüenzas son la base sobre la que asentamos una identidad falsa. Nos impiden crecer, evolucionar, vivir la vida en plenitud porque hay algo que nos frena. Este “personaje” no somos nosotros, sino una faceta del diamante que es nuestro ser. Y eso es, precisamente, lo primero que hemos de descubrir.
Espero te sea útil,
Yraida
Espero te sea útil,
Yraida
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